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TRUCULENTO


   La historia pudiera muy bien haber salido de la mente de Franz Kafka, aunque la verdad es que no es una historia de una novela, sino una realidad ocurrida en Barcelona. Manuel Aguililla fue al Departamento de Salud de la Generalitat catalana a pedir unos documentos traducidos al castellano, ya que eran necesarios estos documentos en un recurso interpuesto y reclamados por el abogado del Estado en la Dirección General de Madrid, pues de tener que traducir los mismos el procedimiento se alargaría en el tiempo.


   No solamente se encontró con la ya consabida frase de “esto es Cataluña y aquí se habla catalán”, sino que al solicitar una hoja de reclamaciones para dejar constancia por escrito de que no estaba de acuerdo con el trato que le habían deparado, le facilitaron el impreso de queja, pero solo estaba en catalán, contraviniendo el artículo 33,1 del Estatut . Ante su insistencia y por personal de la Consellería se llamaron a los mossos que lo retuvieron en unas dependencia del Departamento durante hora y media.

   La burbuja creada por el nacionalismo catalán durante más de veinticinco años de machacona insistencia, para realizar actos que validen la catalanidad nacionalista, nos traen situaciones tan truculentas como la que le ha ocurrido a Manuel Aguililla y a tantos otros que no son capaces de denunciarlo.

   La política de inmersión lingüística emprendida ha hecho saltar las alarmas entre todos aquellos que aspiran a utilizar el castellano con normalidad en Cataluña. reflejando un imparable crecimiento de las protestas de ciudadanos ahogados por esta «inmersión». Las protestas de los ciudadanos catalanes se dividen en dos grandes bloques: el educativo, encabezado por padres que no pueden escolarizar a sus hijos en castellano, y el de consumo, monopolizado por las Oficinas de Garantías Lingüísticas que utiliza la Generalitat para «perseguir» a los establecimientos que no usan el catalán en sus rótulos. Hay que mostrarse como un nacionalista puro, llegándose a primar las delaciones sobre rotulaciones. Demasiadas coincidencias con situaciones históricas deleznables.