Páginas

     EL DISPARATE NACIONAL 

    Ha trascendido a la opinión pública, aunque no con la alarma que un hecho tan trascendente como es el asalto a la base  militar de Botóa en Badajoz “General Menacho” requería. Parece ser que una banda de malhechores colombianos han accedido a las instalaciones con una total impunidad y sin que a la fecha se haya localizado a los mismos.
   Siempre se ha tenido a la milicia española, cuando no era totalmente profesional, como unos cuerpos en donde el orden y la disciplina eran normas inquebrantables, por ello causa estupor que los asaltantes entraran con esa facilidad en una base militar sin que nadie advirtiese su presencia; pero todavía causa mas estupefacción que, como se ha dado a conocer, las alarmas estuviesen sonando durante el tiempo que éstos estuvieron en dicha base.

   La pregunta que se plantea ante un hecho así es: ¿no existía vigilancia personal? ¿no existía vigilancia electrónica aparte de la alarma? No es creíble en un estamento militar en donde existe, lógicamente, armamento de diferente calibre. ¿Hasta ahí llega la desidia en materia militar del Gobierno?

   Mal quedan las Fuerzas Armadas con un suceso como este, pero alguien debería explicarnos como se puede acceder, como si de un robo cualquiera se tratase, a un lugar que se presume seguro y pasar varias horas dentro de él para cargar pistolas y fusiles de asalto; algunos de ellos los renombrados Hecker & Koch, conocidos como los G-36, capaces de efectuar 700 disparos por minuto con su calibre 5,56 mm. Francamente inquietante.

¿En manos de quienes estamos si hubiera que defender a la Nación?

No hay comentarios:

Publicar un comentario