"VAPOREANDO"
Lo venían advirtiendo voces autorizadas: no habían antecedentes
suficientes para certificar que se retiraran los cigarrillos electrónicos, pero
si sabían que los componentes no eran saludables y que en un tiempo racional
podrían producir daños en los pulmones.
Lo que pudiera aliviar las ansias de fumar, debido a que la inhalación
del vapor caliente da una sensación similar al humo del tabaco, no suponía que
fuera inocuo su consumo, pues el líquido recargable contiene nicotina (habitualmente entre 6 y 24 mg), propilenglicol (un
alcohol usado como aditivo en alimentos y en algunos fármacos en forma
de nebulizadores o inhaladores), glicerina vegetal y aditivos alimentarios que
dan diferentes sabores. Sin embargo, debido a la falta de regulación y
controles de calidad, la composición puede variar entre diferentes marcas, e
incluso dentro de una misma marca, y pueden contener otros tóxicos que no
aparezcan en el etiquetado.
España adelanta muchas veces a otros países en muchas cosas, aunque más
que adelantar se diría que los atropella por ser los primeros. Ha ocurrido en
situaciones moralmente dudosas y, como no podía ser menos, también nos hemos
adelantado en esta ocasión al haberse producido el segundo caso en el mundo de
haberse diagnosticado una neumonía lipoidea asociada al cigarrillo electrónico.
La causa de la neumonía era la presencia de glicerina vegetal entre los
componentes de las cargas de los cigarrillos electrónicos, que es
imprescindible para poder vaporizar la nicotina líquida que llega a los
pulmones de los consumidores sin combustión previa y la glicerina, que es un
lípido, se fue acumulando en los pulmones del paciente hasta que su vida corrió
peligro.
Los fumadores de estos cigarrillos se aprovechan del vacío legal que
impide el consumo del tabaco tradicional en lugares públicos cerrados, pero que
de momento no regula los cigarrillos electrónicos y se les ve rodeados de un
humo vaporoso blanco, con unas ansias de fumador empedernido, y ponen así en
riesgo también la salud de los fumadores pasivos, que se ven obligados a
respirar todo lo que sale de ellos, como la nicotina; aunque no todos los
cigarrillos electrónicos llevan nicotina, una sustancia muy adictiva, sí que
contienen otros elementos como el propilenglicol -irritante en las vías
respiratorias- y causante de asma en niños.
Y todo por esa falta de voluntad para abandonar definitivamente el
hábito de fumar, engañándose con estos artilugios que al fin y a la postre
siguen manteniendo la adicción.
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